La embajadora dominicana en Estados Unidos consideró que las deportaciones de migrantes dominicanos irregulares que impulsa el gobierno del presidente Donald Trump es algo normal y rutinario que se realizan desde hace años, en coordinación con esa legación.

Como lo cuenta doña Sonia Guzmán, las repatriaciones hacia República Dominicana estarían en el marco de la normalidad, con vuelos semanales con deportados desde territorio estadounidense hacia Santo Domingo, aunque en algunas ocasiones arriben hasta tres y cuatro aviones repletos de indocumentados.

La normalidad en las deportaciones de dominicanos indocumentados a que alude la diplomática se basa en que la embajada dominicana en Washington es informada sobre cada vuelo con “ciento y pico” de repatriados, además de que ese programa ha estado vigente por años.

Así las cosas, no habría preocupación porque cada semana lleguen tres o cuatro aviones repletos de deportados, aunque no ha sido fácil reinsertar aquí a los 3,498 expulsados en 2024 por la comisión de delitos como tráfico de drogas, lavado de dinero y fraudes bancarios ni los 4,389 correspondientes al 2023.

La mayoría de esos repatriados cumplieron condenas de hasta 15 años de prisión por delitos graves, pero se estima que en Estados Unidos residen de manera irregular unos 220 mil dominicanos, que en su gran mayoría desempeñan diferentes oficios en procura del sustento suyo y de los suyos.

Prevalece el temor de que la situación con los indocumentados dominicanos no sea tan normal como ha planteado la embajadora Guzmán, porque el programa de repatriaciones que aplica la administración Trump incluye a todos los sin papeles, sin importar si son personas honradas o criminales convictos.

El presidente Trump firmó ayer la ley Laken Riley, en honor a una joven estadounidense asesinada por un delincuente venezolano, que autoriza detener y deportar a inmigrantes irregulares acusados de algún delito, sin necesidad de que se haya demostrado su culpabilidad.

También instruyó al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional a habilitar la cárcel de Guantánamo, en Cuba, para albergar a unos 30 mil indocumentados que no puedan ser enviados a sus países de origen. El panorama no luce tan normal. Lo mejor sería que el Gobierno asuma las previsiones de lugar para recibir más aviones con más dominicanos repatriados.