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Orto-escritura: La creación semántica del español dominicano

Orto-escritura: La creación semántica del español dominicano

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El español dominicano se fundamenta  en el español general, una lengua generada a partir de procesos de mutaciones  experimentados por el latín, la lengua del Imperio Romano, que expandió su dominio por el mundo. A su vez se nutrió en sus orígenes del griego, la lengua de la ciencia y la filosofía.

Es imposible hablar de la historia de la lengua española sin referir la ocupación árabe al territorio español, la cual se extendió por ocho siglos y fue determinante para que el dialecto de Castilla se tornara la lengua nacional de España. La dominación árabe sobre España dejó su marca en la lengua castellana, son ya viejas en nuestra  lengua palabras como aljibe, almohada, alfombra.

Hay que recordar que una palabra adquiere la condición  de dominicanismo por la vía lexicográfica o por la vía semántica. El dominicanismo léxico es un vocablo que no figura en el repertorio del español general, pero que tiene uso en el habla criolla y la mayoría conoce su significado.

Cuando a un vocablo propio de la lengua general se le otorga un valor semántico diferente, estamos en presencia de un dominicanismo semántico. Ejemplo: china (naranja), cuero (prostituta).

A continuación, señalo las tendencias que, a mi modo de ver,  hemos seguido los dominicanos para darle a la lengua castellana los matices y peculiaridades que permiten llamar “español dominicano” al sistema de comunicación propio de los habitantes de la parte oriental de la isla de Santo Domingo.

1-Inicio con destacar la inclinación a atribuir otro valor semántico a palabras procedentes del español general.

Cito estos ejemplos: vaina: estuche para guardar armas, cáscara alargada en que aparecen las semillas de algunas plantas. (Para nosotros: situación, contrariedad, sinónimo de cosa).

Cuero: piel (prostituta), carajito (niño), papeleta: papel para escribir, boleta electoral (billete de banco), cuarto: habitación, parte de algo (nombre del dinero), jamona: mujer gruesa (solterona), culebrilla: enfermedad viral  (pieza de automóvil), cuca: un tubérculo, chufa (cotorra, vulva), cepillo: objeto de limpieza (tipo de carro ), patana: femenino de patán, mujer tosca (camión grande). Batidor: instrumento para batir (soporte metálico de algunas camas).

2-Por deformación o corruptela de otras palabras de nuestro idioma.

Ejemplos: pajuil (nombre de ave). Nombre original: paují. (Ave de la América tropical, del orden de las galliformes).

Guandul (en lugar de guandú o gandul) . Árbol que produce un grano de igual nombre, muy gustado en la cocina dominicana.

Pendejá (pendejada). Situación desagradable, conflicto, banalidad. En pendejá cabe la acepción “Molestia, incomodidad, complicación”.  Lo mismo que con vaina y fuñenda.

Gandío. El adjetivo /gandío/, que se aplica mayormente a la persona que demuestra interés exagerado por cosas materiales,  es un dominicanismo por partida doble.

Entiendo que /gandío/ es un término criollo por su morfología. Se ha originado a partir del adjetivo gandido, el cual es definido en el Diccionario de la lengua española de la siguiente manera: 1. adj. Zam. Cansado, fatigado. 2. adj. Col., Cuba y R. Dom. Comilón, hambrón.

Gandido es el participio de gandir que significa “Masticar el alimento y tragarlo”.  Este verbo está en desuso. Nada tiene que ver la acción de “masticar alimento y tragarlo” con  el significado que se le otorga en el habla dominicana a la voz /gandío/.

El Diccionario del español dominicano no registra el vocablo /gandío/, sino gandido, al cual atribuye como primera acepción: “Referido a persona o a vehículo, que se desplaza muy deprisa”. En segunda acepción, indica lo siguiente: “Referido a persona, comilona, glotona”. En la tercera acepción es cuando aparece  la relación semántica con avaricioso, que lo quiere todo. A esto último se refieren los dominicanos cuando dicen de una persona que es /gandía/ y no gandida.