La relación más importante de un hablante con su idioma es la utilidad que de éste saca para comunicarse con sus semejantes. La lengua es un elemento esencial de la naturaleza humana, porque permite mostrar nuestro mundo interior y valorar los hechos, los seres y las cosas que inciden en el mundo exterior.
De ahí la importancia de un manejo adecuado de nuestra lengua. Casi a la par con el desarrollo de la capacidad expresiva se presenta el conocimiento acerca de la lengua.
Un asunto importante relacionado con el conocimiento de la lengua tiene que ver con su historia. Las nociones acerca del devenir permiten ver que su evolución está ligada a hechos sociales, políticos y económicos.
El historial de la lengua española está repleto de acciones políticas y guerreras, alimentadas por la ambición de poder y de riquezas materiales, a partir de que cinco siglos antes del nacimiento de Jesucristo, el Imperio Romano invadiera y conquistara pueblos a los que imponía sus leyes, su cultura y su lengua. Entre esos pueblos estuvieron los que habitaban la península Ibérica.
El territorio que los romanos llamaron Hispania estaba poblado por iberos y celtas, los cuales hablaban idiomas diferentes, además de los vascos, que tenían lengua muy particular. A eso se agregan colonias de comerciantes fenicios y griegos que ampliaban la diversidad lingüística.
Con el tiempo y las circunstancias, se desarrollaron en la península distintas formas de hablar, entre ellas la del reino de Castilla, lengua castellana.
Con la unificación de España, siglo XV, tras el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, luego llamados Reyes Católicos, el castellano pasó a ser la lengua nacional y vino a llamarse español.La unión de Castilla y Aragón originó un reino fuerte que permitió la reconquista de territorios en manos extrañas.
Así, el castellano pasó de lengua regional a idioma de un gran imperio y comenzó a ser llamado español. En esos tiempos, Elio Antonio de Nebrija publicó la primera Gramática castellana.
Este momento coincidía con el llamado descubrimiento de América y a nuestro continente llegó la lengua española. Hoy es hablada por 600 millones de personas.
Español
Como aún persisten las dudas respecto del nombre de nuestra lengua, les transcribo lo que al respecto indica el Diccionario panhispánico de dudas, publicación oficial: “1. Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español.
La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada.
El término español resulta más recomendable por carecer de ambigüedad y ser la denominación que se utiliza internacionalmente (Spanish, espagnol, Spanisch, spagnolo, etc.).
Aun siendo también sinónimo de español, resulta preferible reservar el término castellano para referirse al dialecto románico nacido en el reino de Castilla durante la Edad Media, o al dialecto del español que se habla actualmente en esta región.
En España, se usa asimismo el nombre castellano cuando se alude a la lengua común del Estado en relación co n las otras lenguas cooficiales en sus respectivos territorios autónomos, como el catalán, el gallego o el vasco”. (Diccionario panhispánico de dudas, RAE-ASALE, pág. 271).
Una actitud política contemporánea ha traído que grupos minoritarios que hablan otras lenguas rechacen que se llame español al idioma originado en Castilla. Pero eso es pleito entre españoles.
Para terminar, les cito otro texto oficial donde se define el español: “Lengua romance que se habla en España, gran parte de América, Filipinas, Guinea Ecuatorial y otros lugares del mundo. / También castellano, usado especialmente cuando se mencionan otras lenguas de España: En Galicia conviven el castellano y el gallego”.
(Libro de estilo de la lengua española, Real Academia Española, Madrid, 2018, pág. 389).
Podemos llamarle castellano, pero es preferible español.