La Policía ha debido explicar el “perfil sospechoso” que ha invocado para detener a personas en estos días de fiestas y más circulación de dinero.
Ese rasgo tradicionalmente ha sido relacionado con gente de color, mal vestida y con bajo nivel de escolaridad o cultural.
En otras palabras con la pobreza. Al esteorotipo se agrega el simple ejercicio de la libertad de tránsito cuando transitan por áreas residenciales o en los alrededores de centros comerciales.
Tal concepción es para que la Policía defina el perfil por el cual detendrá para interrogarlas a personas por considerarlas sospechosas.
Más aún cuando la medida adoptada como parte de la lucha contra la delincuencia y la criminalidad se parece tanto a las abusivas detenciones policiales del pasado.
Las leyes establecen las razones por las cuales una persona puede ser detenida. Ninguna ley establece que por pobreza o sin razón justificada se debe privar a nadie de libertad.
La Policía corre el riesgo de incurrir en prejuicios y atropellos a la libertad de circulación al detener personas bajo un arbitrario perfil sospechoso, a menos que la acción se corresponda con la ley. Son tiempos que se suponen superados.