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Orlando Gomez

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Las quejas recientes por la construcción de un edificio de apartamentos en el Distrito Nacional revivieron el tema sobre la planificación urbana y la densidad de viviendas en la ciudad. Teniendo en consideración de que pudiera parecer contraintuitivo, personalmente propongo que contrario a prohibir residenciales de alta densidad, en el Distrito Nacional empecemos a promover el crecimiento vertical de la ciudad.

Los desarrollos de viviendas de alta densidad son mejores para el medio ambiente ya que demandan menos terreno, también son más efectivas de sostener para las alcaldías ya que requieren menos recursos públicos para atender, en adición a que atraen y acumulan una mayor cantidad de contribuyentes.

Más aún, estas reducen los tiempos de transporte, el consumo de combustible, maximiza el alcance de los servicios públicos y privados, entre múltiples adicionales.

Los detractores del crecimiento vertical de la ciudad tienden a enfocarse en tres problemas fundamentales que entienden serían agravados por ese tipo de desarrollos, esencialmentalmente: el tránsito, el tratamiento de aguas residuales y el suministro de agua potable. Y la realidad es que pudieran tener la razón, y si estos problemas no son considerados y resueltos en el curso del desarrollo vertical de la ciudad, estos definitivamente se podrían ver agravados.

Dicho lo anterior, la solución a esos problemas será más económicamente viable y sostenible si se promueve el crecimiento vertical de la ciudad, a que esta continúe creciendo de forma horizontal, y en todas direcciones, como lo viene haciendo ahora.

No es lo mismo elaborar un plan de transporte masivo, alcantarillado o de suministro de agua que se extienda por algunos pocos kilómetros cuadrados desde el centro de la ciudad, que para docenas de kilómetros cuadrados en todas las direcciones en la que esta vaya creciendo si lo sigue haciendo de forma horizontal.

Permitir el crecimiento vertical de la ciudad tenderá a promover que los precios de las viviendas en la zona central del Distrito Nacional sean más asequibles, en especial para la clase media, lo que a su vez tenderá a reducir la expansión horizontal y la demanda dispersa de los servicios públicos.

Se debe promover un crecimiento vertical agresivo en el Distrito Nacional que venga acompañado con iniciativas de transporte público masivo en la zona, construcción y expansión de aceras que faciliten el caminar, y soluciones de tratamiento de desechos y de acceso al agua.

El ayuntamiento puede establecer arbitrios razonables sobre las zonas de alta densidad, en particular en aquellas con apartamentos de alto costo o de lujo, para poder acceder a los recursos que necesitaría para hacer estos desarrollos.

Lo que sí no puede continuar es el crecimiento horizontal de la ciudad, que tenderá a encarecer y hacer de una pesadilla logística el poder lograr estas mejoras para la mayoría de los residentes en la ciudad.