A menos de una semana de que se abran las compuertas de la campaña electoral, los partidos confrontan el reto de sofocar incendios provocados por las reservas de candidaturas, cuyo plazo de depósito ante la Junta Central Electoral (JCE) venció ayer.
Los disgustos afloraron en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), cuando anunció reservas de candidaturas a senador y alcaldes en Santiago, pero también hay malestar en otros partidos, aunque todavía a nivel interno.
Se ha dicho que nominaciones a senador y muchas a alcaldes y diputados han sido ya negociadas por los grandes con organizaciones emergentes, lo que cuestionan dirigentes que creen son merecedores de esas candidaturas.
Lo que causa mayores ronchas son las adjudicaciones en favor de renunciantes de otros partidos que han llegado por los portones frontales a su nueva morada, lo que obliga a los de adentro a replegarse.