Cójanlo

Bola pegada

Bola pegada

Marcell Ozuna

El toletero Marcell Ozuna había apostado a su inocencia y tuvo razón al resultar ileso de la acusación de tratar de estrangular a su mujer. Pero el mal momento tras su suspensión por su equipo Bravos de Atlanta en lo que el caso se aclaraba debe servirle de experiencia.

La política de Grandes Ligas sobre violencia machista, discriminación racial y consumo de sustancias prohibidas es muy rigurosa. Estuvo muy cerca no solo de ser enviado a la cárcel, si no de ver terminada su productiva carrera en el béisbol profesional. Consciente de que los cargos eran falsos Ozuna se negó a negociar una declaración de culpabilidad.

Pero el 9 de septiembre tiene que presentarse a otra audiencia en el condado de Fulton, Florida. La tecnología fue el mejor testigo de su defensa. Un vídeo desmiente la violencia que le atribuyó su mujer.

Los peloteros dominicanos, dados a violentarse por cualquier tontería, también deben tomar en cuenta el caso Ozuna para controlar sus emociones.

Más cuando algunos han sido sancionados por violencia de género o consumo de esteroides. No siempre se tiene la suerte de librarse de un lanzamiento pegado.

El Nacional

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