La industria nacional audiovisual no puede, no tiene que ser un área a sacrificar, de cara a la necesaria reforma fiscal propuesta en documentos que se manejan en estos momentos en el Ministerio de Hacienda y que habrán de ser pública procurando aprobación en el Congreso Nacional.
Nadie se opone a la intención de procurar fondos para financiar necesidades en áreas prioritarias, pero es un contrasentido obtenerlos a partir de una industria, tal cual es el caso de turismo, se resuelven en generación de ingresos fiscales cuantiosos, creación de fuentes especializadas de plazas de trabajo.
En lugar de plantear la eliminación de la Ley Nacional de Cine, impulsada y promulgada por el gobierno de Leonel Fernández en 2010 y que comenzó a ser efectiva en 2012 con el rodaje de la primera película apoyada en sus incentivos, El Rey de Najayo (Fernando Báez), protagonizada por Manny Pérez, lo procedente es revisar en todos sus aspectos para actualizarla para reformular, ver lo perfectible que puedan ser los criterios en que se basan.
Los resultados de la Ley Nacional de Cine merecen respeto.
La necesidad de generar nuevas fuentes de ingreso de cara al gasto público, no puede, ni deben incurrir en el desenfoque de prioridades.
Ni el Ministerio de Hacienda, ni la Dirección General de Impuestos Internos, ni los economistas que se han arropado en una perspectiva fiscalista a rajatabla, son los “malos de la película”, no hay que incriminarlo con una perspectiva pública negativa. No son los potenciales “ajusticiadores” de la Ley Nacional de Cine. No. Tienen su perspectiva, que deberían revisar en beneficio de la marca cinematográfica nacional.
La 108-10, sólo en el plano de la formación profesional, ha sido responsable de que las universidades: Uasd, Unibe, Apec, Pucmm, Intec y Escuela de Altos de Chavón, ofrezcan la carrera de cinematografía y/o comunicación audiovisual, con una matrícula vigente de 745 estudiantes y de casi 800 egresados, por lo citar el listado de resultados de ingresos y aportes a los fondos públicos y la creación de 26 mil empleos especializados de la industria.