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No es rutina

No es rutina

Foto de archivo

De lo frecuente que se han tornado parecen una rutina que no despierta mayor interés la confiscación de grandes cargamentos de cocaína en algún punto del territorio.

Pero las operaciones dejan una incógnita que no se sabe si las autoridades han tratado de despejar. Por lo menos hasta ahora dejan la impresión de conformarse con las confiscaciones sin adentrarse en otras variables que llaman la atención sobre el narcotráfico.

Los más grandes cargamentos han sido detectados en Barahona, Peravia, el puerto multimodal Caucedo, La Romana, La Altagracia, que representan los lugares predilectos para ingresar o tratar de exportar la sustancia.

Un primer detalle es que la DNCD lo que ocupa es la droga, pero la mayoría de las veces las detenciones brillan por su ausencia. Casi siempre logran evadirse, como acaba de ocurrir con los involucrados en los 100 paquetes de cocaína incautados en una yipeta en Barahona. Solo uno de los sospechosos pudo ser detenido.

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El otro detalle son los contactos en la estructura militar con que tienen que contar los narcos para no detener, pese a los golpes, el bombardeo de cocaína en el país.

El Nacional

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