Semana

Orto-escritura: ¿Carpeta, carpetear y carpetoso?

Orto-escritura: ¿Carpeta, carpetear y  carpetoso?

Los temas para esta columna, sobre todo cuando abordan el aspecto lexicográfico, suelen aparecer en avisos publicitarios, notas y artículos de prensa, así como por sugerencias de lectores y en conversaciones con amigos y relacionados.

Dialogaba por teléfono con el escritor Federico Henríquez Gratereaux, cuya mente es un moderno radar, y ante una pregunta suya sobre mi salud visual, respondí, entre otros asuntos, que todavía el ojo izquierdo “me está dando carpeta”. El académico subrayó en el aire la locución “darcarpeta”. Preguntó: “¿Así dicen en Miches?”. Advertí entonces que se trata de un uso muy local de la palabra carpeta y sus derivados.

El verbo /carpetear/ no ha sido incorporado al Diccionario de la lengua española. Esto indica que no es conocido ni usado en la comunidad de hablantes del español. Quizá seamos los dominicanos la excepción, entre más de quinientos millones de hispanohablantes.

Si del verbo carpetear hemos derivado el adjetivo /carpetoso/, será razonable que tampoco este vocablo aparezca en el Diccionario académico. Este vocablo, al menos entre nosotros, es sinónimo de molestoso, como “dar carpeta” y “carpetear”, son equivalentes a molestar.

Lo que sí recoge la publicación oficial de la RAE y la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española)  es el sustantivo /carpeta/, voz que procede del francés “carpette”, igual a “tapete”. También el inglés en su forma “carpet”, está involucrado.

Ocho acepciones le señalan el Diccionario a la palabra /carpeta/, pero ninguna tiene que ver con molestia, desazón o fastidio. He aquí algunas:

1. f. Útil de escritorio de forma rectangular, generalmente de cartón o plástico, que, doblado por la mitad y a veces cerrado por cintas o gomas, sirve para guardar papeles. 2. f. Cartera grande, generalmente de piel, que sirve para escribir sobre ella y para guardar dentro papeles. 3. f. Factura o relación detallada de los valores o efectos públicos o comerciales que se presentan al cobro, al canje o a la amortización. 4. f. Manta, cortina o paño que colgaba en las puertas de las tabernas. 5. f. Cubierta de badana o de tela que se ponía sobre las mesas y arcas para aseo y limpieza.

Veamos ahora lo que dice el Diccionario del español dominicano, publicación de la Académica Dominicana de la Lengua. Lo primero es la voz carpeta, la cual es definida en la segunda acepción como “molestia, fastidio, impertinencia”. A seguidas, el magnífico libro agrega la locución verbal “dar carpeta”, la cual es definida de este modo: “Molestar, fastidiar, especialmente los niños inquietos”. El Diccionario dominicano cita un ejemplo tomado de la novela “Las manos de la muerte”, del escritor romanense Miguel Ángel Gómez: “Siempre estaba ahí, en la esquina, dando carpeta con los otros muchachos”.

El verbo /carpetear/ tiene el mismo significado que la locución dar carpeta: “Molestar, fastidiar, especialmente los niños inquietos”. Es lo que ha estado haciendo mi ojo izquierdo, no obstante las tres cirugías que me practicaran el pasado año.

El adjetivo /carpetoso/, al parecer de origen dominicano es definido, en el DED, libro ya citado, en correspondencia con los vocablos que le son familiares (carpetear, carpeta). Esto dice: “Referido a persona, especialmente a un niño, que se comporta de forma molestosa, necia e impertinente”.  El Diccionario cita a Bernardo Vega, en su obra literaria “DominiCanes”:

“Cediendo un poco y permitiendo que unos muchachos imberbes, carpetosos e ingenuos, tuvieran su chance y jugaran por un tiempo a la oposición y publicaran sus periodiquitos y hasta celebraran su par de mítines”.

Carpeta (sinónimo de molestia), carpetear y carpetoso son voces nuestras. Quizás falte algo por decir.