Desde hace un buen tiempo la criminalidad se ha valido de la tecnología para ser más eficaz y dejar menos rastros en sus acciones.
Pero no ha dejado de asombrar las cámaras detectadas en Sánchez instaladas por antisociales para vigilar los pasos de los agentes de la Policía. Se ha llegado lejos en el uso de la tecnología para facilitar la comisión e impunidad de actos delictivos.
Al dar la información, el ministro de la Presidencia, Joel Santos, reconoció que no son exclusivas de Sánchez las cámaras de vigilancia instaladas por delincuentes en postes del tendido eléctrico.
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Los delincuentes ya no necesitan de los presuntos informantes dentro de la Policía para ejecutar sus fechorías, sino que por obvias razones de seguridad y confianza prefieren ampararse en la tecnología.
Las cámaras de vigilancia son empleadas no solo por las autoridades para vigilar sucesos y violaciones, sino por distintos establecimientos y hasta en residencias. Es posible que en el caso de Sánchez la instalación pasara inadvertida. El recurso representa pura y sencillamente otro reto en la batalla en favor de la seguridad ciudadana.