Las actitudes sicológicas de los hablantes van dejando en algunas palabras algún sentido que no es el que originalmente han tenido y con el que aparecen en el Diccionario. La voz hendija, por ejemplo, suele ser desechada por usuarios escrupulosos de la lengua, quienes prefieren rendija, que se compone de re- y hendija. Con el vocablo verija pasa algo peor porque es tenido por soez o vulgar, sin embargo, es la palabra apropiada para nombrar esa parte del cuerpo, vecina de los genitales.
Con la palabra /molote/ocurre algo de eso, pues hay una tendencia a aplicarle una carga semántica que no le corresponde. Por eso los molotes no son simpáticos y asustan. De acuerdo con el Diccionario de la lengua española, en Colombia, Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, la voz molote es lo mismo que monote.
En una segunda acepción, indica que en Cuba, Honduras, Panamá y República Dominicana la palabra designa un conjunto de personas aglomeradas en un lugar.Conviene definir el vocablo monote, aunque no es de uso entre los dominicanos, pero que se le atribuye sinonimia con molote. Su valor semántico equivale a riña o alboroto, motín. Además de molote tiene sinónimo /tanate/. No estoy señalando contradicción en el Diccionario, pero parece que lo hubiera.
La citada publicación académica señala el origen de tanate en el náhuatl “tanatli”, hablado por aborígenes mexicanos. En países de Centroamérica se emplea esta palabra para referir lío, fardo, envoltorio.
El Diccionario del español dominicano, publicación de la Academia Dominicana de la Lengua, le atribuye a molote solo el significado de muchedumbre. Cita un ejemplo tomado de la novela Tiempo para héroes (La Convergencia), de Manuel Salvador Gautier:“En la puerta principal esperaban los mendigos, los vendedores de flores y de velas, los paleteros, los friofrieros. En fin, un molote de buhoneros y vendedores ambulantes negociando la entrada”.
Una palabra que aparenta ser de más fina estampa que molote es /tumulto/, procedente del latín “tumultus”. Significa, según el Diccionario académico: “Motín, confusión, alboroto producido por una multitud”. Sus sinónimas son: disturbio, desorden, alboroto, escándalo, motín, algarada, barahúnda, bulla, bullicio.
Al tumulto se asocia la confusión agitada o desorden ruidoso. Evidentemente que no se trata de una simple multitud, sino que implica un ambiente no agradable y en cierto modo violento. Las filas en los colegios electorales pueden llegar a ser molotes, pero nunca a motín, que eso es tumulto.
Si hoy, el personal que trabaja en las mesas electorales lo hace lentamente o con torpezas, se producirán molotes, pero si los activistas políticos desmesurados se concentraran frente a los recintos de votación, puede haber tumultos. Y es peligroso.
Revisemos el valor semántico de los sinónimos de tumulto. /Disturbio/es la alteración o turbación de la paz y concordia. Es peor /desorden/: confusión y alteración del orden. Y mire qué iguales se gasta el vocablo desorden: desbarajuste, caos, desconcierto, desorganización, anarquía, confusión, mezcolanza, follón, pandemonio, pandemónium, fárrago, jaleo, disloque, desparramo, desparpajo, desquicio, desbole, botadero, majarete, reguero, guararey, burundanga, chapandongo, despapaye, majamama, pasticho.
Menos peligroso es el concepto de /alboroto/, el cual consiste en un vocerío o estrépito causado por una o varias personas. Parecido a este término es /escándalo/.En tanto, un motín implica rebeldía, movimiento desordenado de una muchedumbre, por lo común contra la autoridad constituid.Otro sinónimo de tumulto es /algarada/, tropa de a caballo.
Por igual, /barahúnda/ que es confusión grande, con estrépito y notable desorden. Por lo visto, el molote siempre será menos de temer que el tumulto. Ante el caso, vale parafrasear lo que se dice acerca del agua mansa: Del tumulto, líbreme Dios; del molote me cuido yo.