Semana

Orto-escritura

Orto-escritura

Literalmente es adverbio de modo, también de moda.- 

Por: RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com

 

Dos personas me han sugerido referirme al vocablo /literalmente/. Anatoli, uno de mis hijos, me ha dicho que jóvenes de cierta clase social han puesto literalmente de moda esta vieja palabra de nuestra lengua. Por otro lado, el señor Cándido Martínez, lector infaltable de esta columna, se muestra alarmado con la frecuencia con la que se está empleando este término en algunos círculos.

Ángel Vladimir, de quince años, uno de mis nietos, asegura que los chicos llamados “popis” están muy involucrados en el empleo de este vocablo y que, incluso, en sus conversaciones por chat llegan a abreviar la palabra, que tiene cinco sílabas, en una sola: lit.

Nada de malo tiene el empleo del adverbio de modo /literalmente/, pues es una voz auténtica del castellano. Procede examinar, sin embargo, la pertinencia del uso arbitrario. Presento su valor semántico, de acuerdo con el Diccionario de la lengua española.

Está constituido por el adjetivo /literal/ (Del latín litteralis)y laterminación /-mente/, con la cual se forman adverbios de modo a partir de su colocación al final del adjetivo (obviamente, particularmente, personalmente…). Veamos lo que dice el Diccionario:

1. adj. Conforme a la letra del texto, o al sentido exacto y propio, y no lato ni figurado, de las palabras empleadas en él.2. adj. Que reproduce lo que se ha dicho o se ha escrito.3. adj. Dicho de una transcricón de una escritura alfabética a otra lengua: Hecha transcribiendo letra por letra.

También se considera literal “un concepto o una magnitud que se expresa con letras”. Se habla de traducción literal, tratándose de una expresión procedente de otra lengua. Por ejemplo: “brother in love”, “grandfather” y “grandmother”, literalmente se traducen: hermano en el amor, gran padre y gran madre, pero en nuestra lengua las palabras que corresponden a esos conceptos son: cuñado, abuelo y abuela.

Afincamos en la idea de que /literalmente/ deja dicho “De manera literal”, según lo que dice la palabra de que se trate. Una persona que regresa de una actividad física muy intensa podrá exclamar: “Estoy demolido”. Sus interlocutores entenderán que ha quedado muy agotado y que lo dicho es una exageración, pues demoler implica destruir, derribar, de modo que es muy difícil -si no imposible- que un individuo pueda decir que está literalmente demolido, pues si lo estuviese no podría hablar.

El uso frecuente de la hipérbole, figura del lenguaje que se vale de la exageración (Iba a mil kilómetros por hora), motiva que los hablantes recurramos a recursos auxiliares para dar credibilidad a lo que decimos en determinadas circunstancias. La locución “en serio” es uno de esos recursos y el adverbio “literalmente” es otro.

De modo que hay un vínculo entre el uso frecuente de exageraciones y la recurrencia (por necesidad) a un adverbio que procura dar fuerza de certidumbre a la expresión. Como si dijéramos: Créanme, no estoy bromeando.

El adverbio /literalmente/ imprime mayor significación al verbo que acompaña. Veamos estos ejemplos: Esa casa está descuidada; Esa casa está destruida, Esa casa está literalmente destruida. Si la situación del inmueble fuese “literalmente destruida”, entonces no hay casa.

Si de un hombre se dijera que “es prácticamente un bandido”, posiblemente lo sea, pero el dicho atenúa la acción, la disimula. Sin embargo, si otro hablante interviniera para expresar, acerca del mismo sujeto, que “es literalmente un bandido” es para que no quede duda de que lo es.

Por lo que he oído, me permito afirmar que /literalmente/, un adverbio de modo, está literalmente de moda…pero eso no es malo.

El Nacional

La Voz de Todos