Cójanlo

Sangrientas batallas

Sangrientas batallas

La ciudad portuaria ucraniana de Mariúpol, donde según el alcalde han muerto más de 20 mil personas en los combates, se ha convertido en un símbolo de resistencia frente a la invasión militar de Rusia.

Como el resto de los ucranianos, los residentes en la ciudad están dispuestos a morir peleando, sin importar las desventajas numérica y armamentista, antes que rendirse a las tropas rusas.

El alcalde Vadim Boychenko ha dado cuenta de que en su interés de controlar la ciudad los rusos han matado mujeres y niños, entre otros civiles. Para tornar más dramático el cuadro los rusos han bloqueado la evacuación humanitaria.

Las atrocidades han estimulado la determinación de los residentes en la ciudad de resistir hasta el último hálito de vida. Es esa resistencia la que ha impedido que Rusia, pese a su poderío, no haya podido cantar victoria. Para las tropas de Vladimir Putin, Mariúpol tiene un significativo estratégico.

Ese valor se presenta como una de las razones por las cuales Putin ha puesto tantos obstáculos a las negociaciones para un alto al fuego. Occidente está compelido, además de endurecer las sanciones económicas, a suministrar a Ucrania todos los recursos que sean necesarios.

El Nacional

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